
Pero... ¿Cómo se reza?
Importante pregunta. No siempre resulta sencillo, algunos santos tardaron años en conseguir rezar de verdad. Sin embargo, me voy a atrever a darte una respuesta.
Para rezar debes dirigirte a Dios hablándole con cariño, como a un amigo que sabes que te escucha. ¡Pero callete de vez en cuando! Y deja algunos momentos de silencio para que Él también te pueda hablar. Escucha, pon tus oídos atentos. Él te habla. Siéntelo.
El lugar te puede ayudar, ve a una Iglesia, recógete en un espacio tranquilo, enciende una vela en tu habitación,... Y busca una postura que también te ayude. Juntar las manos, simbólicamente, frente a nuestra boca, siempre nos ha ayudado a concentrarnos. Además con los dedos apuntamos hacia el cielo para que la oración que sale de nuestros labios suba a Dios que está en lo alto..
Por medio de la Palabra de Dios puedes descubrir qué es lo que Jesús quiere de ti.
Medita la Biblia, visita el Sagrario en la Iglesia, háblale con sinceridad, deja que Él entre en tu vida y verás qué maravilla. Lo más grande que puedes tener es un corazón lleno de Dios. Y rezando lo puedes conseguir.
Una buena forma puede ser la de contemplar la grandeza de su creación, descúbrelo en la inmensidad del mar, en la grandeza de las montañas, en el infinito del horizonte... Y di bien fuerte... ¡Gracias Señor! ¡Te quiero!
Puedes renunirte con varios amigos tuyos, y rezar, recuerda lo que Jesús nos dijo: "Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que sea, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, alli estoy yo en medio de ellos." (Mt.18, 19-20)
Y por último, te sugiero que no te olvides de las oraciones de siempre, las que la Iglesia a conservado a lo largo de los siglos. No las leas rápido y corriendo. Piensa lo que lees, y díselo a Dios, desde el corazón.
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